miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Filosofía y la reforma educativa

El programa Hoy por Hoy de la cadena Ser ha dedicado un espacio a debatir la importancia de las materias filosóficas y su postergación o eliminación con la LOMCE.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Necesidad de los estudios de Filosofía.

Video en defensa de la Filosofía en la educación secundaria: NO a la reforma de la LOMCE.




domingo, 29 de septiembre de 2013

¿Son igualmente válidas todas las opiniones?

Uno de los asuntos sobre los que discutieron Sócrates y los sofistas fue si todas las opiniones son igualmente válidas o si hay algunas que son mejores que otras. Como ejemplo de esto vamos a leer un texto de un diálogo platónico titulado Critón:
Sócrates  - Querido Critón, tu buena voluntad sería muy de estimar, si le acompañara algo de rectitud; si no, cuanto más intensa, tanto más penosa. Así pues, es necesario que reflexionemos si esto debe hacerse o no. Porque yo, no sólo ahora sino siempre, soy de condición de no prestar atención a ninguna otra cosa que al razonamiento que, al reflexionar, me parece el mejor. Los argumentos que yo he dicho en tiempo anterior no los puedo desmentir ahora porque me ha tocado esta suerte, más bien me parecen ahora, en conjunto, de igual valor y respeto, y doy mucha importancia a los mismos argumentos de antes. Si no somos capaces de decir nada mejor en el momento presente, sabe bien que no voy a estar de acuerdo contigo, ni aunque la fuerza de la mayoría nos asuste como a niños con más espantajos que los de ahora en que nos envía prisiones, muertes y privaciones de bienes. ¿Cómo podríamos examinar eso más adecuadamente? Veamos, por lo pronto, si recogemos la idea que tú expresabas acerca de las opiniones de los hombres, a saber, si hemos tenido razón o no al decir siempre que deben tenerse en cuenta unas opiniones y otras no. ¿O es que antes de que yo debiera morir estaba bien dicho, y en cambio ahora es evidente que lo decíamos sin fundamento, por necesidad de la expresión, pero sólo era un juego infantil y pura charlatanería? Yo deseo, Critón, examinar contigo si esta idea me parece diferente en algo, cuando me encuentro en esta situación, o me parece la misma, y, según el caso, si la vamos a abandonar o la vamos a seguir. Según creo, los hombres cuyo juicio tiene interés dicen siempre, como yo decía ahora, que entre las opiniones que los hombres manifiestan deben estimarse mucho algunas y otras no. Por los dioses, Critón, ¿no te parece que esto está bien dicho? En efecto, tú, en la medida de la previsión humana, estás libre de ir a morir mañana, y la presente desgracia no va a extraviar tu juicio. Examínalo. ¿No te parece que está bien decir que no se deben estimar todas las opiniones de los hombres, sino unas sí y otras no, y las de unos hombres sí y las de otros no? ¿Qué dices tú? ¿No está bien decir esto?
CRIT.- Está bien.
Sócrates  - ¿Se deben estimar las valiosas y. no estimar las malas?
Critón - Sí.
Sócrates  - ¿Son valiosas las opiniones de los hombres juiciosos, y malas las de los hombres de poco juicio?
Critón - ¿Cómo no?
Sócrates  - Veamos en qué sentido decíamos tales cosas. Un hombre que se dedica a la gimnasia, al ejercitarla ¿tiene en cuenta la alabanza, la censura y la opinión de cualquier persona, o la de una sola persona, la del médico o el entrenador?
Critón -La de una sola persona.
Sócrates  -Luego debe temer las censuras y recibir con agrado los elogios de aquella sola persona, no los de la mayoría.
Critón - Es evidente.
Sócrates -Así pues, ha de obrar, ejercitarse, comer y beber según la opinión de ése solo, del que está a su cargo y entiende, y no según la de todas los otros juntos.
Critón - Así es.
Sócrates  - Bien. Pero si no hace caso a ese solo hombre y desprecia su opinión y sus elogios, y, en cambio, estima las palabras de la mayoría, que nada entiende, ¿es que no sufrirá algún daño?
Critón - ¿Cómo no?
Sócrates  - ¿Qué daño es este, hacia dónde tiende y a qué parte del que no hace caso?
Critón - Es evidente que al cuerpo; en efecto, lo arruina.
Sócrates  - Está bien. Lo mismo pasa con las otras cosas, Critón, a fin de no repasarlas todas. También respecto a lo justo y lo injusto, lo feo y lo bello, lo bueno y lo malo, sobre lo que ahora trata nuestra deliberación, ¿acaso debemos nosotros seguir la opinión de la mayoría y temerla, o la de uno solo que entienda, si lo hay, al cual hay que respetar y temer más que a todos los otros juntos? Si no seguimos a éste, dañaremos y maltrataremos aquello que se mejora con lo justo y se destruye con lo injusto. ¿No es así esto?
Critón -Así lo pienso, Sócrates.
Sócrates  -Bien, si lo que se hace mejor por medio de lo sano y se daña por medio de lo enfermo, lo arruinamos por hacer caso a la opinión de los que no entienden, ¿acaso podríamos vivir al estar eso arruinado? Se trata del cuerpo, ¿no es así?
Critón - Sí.
Sócrates  -¿Acaso podemos vivir con un cuerpo miserable y arruinado?
Critón -De ningún modo.
Sócrates  -Pero ¿podemos vivir, acaso, estando dañado aquello con lo que se arruina lo injusto y se ayuda a lo justo? ¿Consideramos que es de menos valor que el cuerpo la parte de nosotros, sea la que fuere, en cuyo entorno están la injusticia y la justicia?
Critón.-De ningún modo.
Sócrates  - ¿Ciertamente es más estimable?
Critón - Mucho Más.
Sócrates  -Luego, querido amigo, no debemos preocuparnos mucho de lo que nos vaya a decir la mayoría, sino de lo que diga el que entiende sobre las cosas justas e injustas, aunque sea uno sólo, y de lo que la verdad misma diga.

viernes, 12 de abril de 2013

¿Hasta dónde puede llegar el derecho a comportarse según las propias creencias?

En el texto de Kant, ¿Qué es Ilustración?, vimos la diferencia que Kant hacía entre uso público y privado de la razón. El derecho a servirse del propio entendimiento y a expresar libremente las propias ideas para contribuir a la ilustración de la sociedad no debía ser, en su opinión, estorbado por los poderes públicos. El uso privado de la razón, en cambio, podía y debía restringirse para asegurar el cumplimiento de las leyes y el funcionamiento de la maquinaria social y estatal. La actualidad nos brinda un ejemplo de esta idea con una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. El TSJA ha fallado en el caso de una médica malagueña que había reivindicado su derecho a negarse a asesorar y derivar al especialista a las pacientes que precisaran una interrupción voluntaria del embarazo. La demandante, al parecer colaboradora de dos asociaciones antiabortistas, había justificado su derecho a no informar sobre el aborto en el derecho a la libertad religiosa e ideológica recogido en el artículo 16 de la Constitución. El tribunal le niega la razón y argumenta para ello que la libertad ideológica a la que apeló la médica no puede estar por encima de todo el ordenamiento jurídico ni da derecho “a comportarse en todas las circunstancias de la vida con arreglo a las propias creencias”. Esto es, uno puede tener las ideas que quiera, pero eso no le da derecho a no cumplir una norma legal sólo porque la considere contraria a esas ideas. “El reconocimiento de un derecho a la objeción de conciencia de alcance general a partir del artículo 16 [de la Constitución] -señalan los jueces- equivaldría en la práctica a que la eficacia de las normas jurídicas dependiera de su conformidad con cada conciencia individual, lo cual supondría socavar los fundamentos mismos del Estado de derecho”. En otras palabras, al igual que Kant, los magistrados del TSJA admiten que la libertad de pensamiento no exime del cumplimiento de las leyes, aun cuando uno no esté de acuerdo con ellas. Si esto fuera así, cada ciudadano podría elegir cumplir o no la ley en función de sus propias creencias, lo cual haría desaparecer el carácter normativo de la ley. El límite al derecho reconocido en el artículo 16 de la Constitución lo constituye el orden público 'protegido por la ley'. En este ejemplo, un médico que ejerce su función en el sistema público de salud debe cumplir con las obligaciones que la administración le impone. Podrá no estar de acuerdo y criticar públicamente las directrices que se le dan, pero debe obedecerlas. Leer más sobre esta noticia.

martes, 5 de marzo de 2013

De nuevo a vueltas con la Ley natural

Como la realidad no para de dar argumentos para defender la utilidad y actualidad de la Historia de la Filosofía, ahí va una reciente polémica que puede servir para ver cómo las ideas de Tomás de Aquino siguen teniendo fervientes partidarios. El ministro del Interior del gobierno de España ha vuelto a traer a la actualidad el debate sobre la ley del matrimonio homosexual. Recientemente una sentencia del Tribunal Constitucional había avalado la norma aprobada por el anterior gobierno, pero el señor ministro ha afirmado en un coloquio sobre "Religión y Espacio Público" que, desde su punto de vista personal esta forma de matrimonio "no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural". Lo de menos son sus argumentos que él quiere "racionales" no confesionales (como que "la pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada”), sino su idea de un matrimonio "natural", opuesto a otro, se supone, "antinatural". Además el ministro afirmó que"si el 75% de la población española que se declara católica actuase en coherencia, determinadas leyes nunca se habrían aceptado”, en clara mención a esta ley que tanto molestó a la jerarquía católica en España y en el Vaticano. De modo que, como en el caso de Tomás de Aquino, el señor Fernández Díaz, cree en una moral o ley natural y en que la ley humana o positiva debe adecuarse a ese código que, en su opinión es el defendido por la doctrina católica. Naturalmente ha faltado poco para que se le critique al ministro que coloque las creencias religiosas por encima del derecho positivo, aprobado por el parlamento y sancionado por el Tribunal Constitucional. Aquí finalizaremos promoviendo de nuevo la reflexión en torno a esta cuestión: ¿la ley positiva debe adecuarse a una presunta ley natural con trasfondo religioso, aunque esa creencia sea mayoritaria en la sociedad, o debe ser el instrumento que permita convivir a personas con códigos morales diferentes, incluso contrapuestos? Para leer más.

miércoles, 27 de febrero de 2013

THOMAS HOBBES




En la página webdianoia encontraréis un completo resumen de las ideas políticas de Hobbes, desarrolladas en su obra Leviatán. Buscad los puntos en común y las diferencias con las ideas de Locke tal como se recogen en su texto del Ensayo sobre el gobierno civil.